PENSAMIENTOS Y VIVENCIAS QUE IRÉ SUBIENDO, POCO A POCO.

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viernes, 1 de marzo de 2013

RELATO CORTO. EL BARCO

barco
azulejo
ajusticiar
toalla
rosas



El barco zarpó sin ningún contratiempo, era la primera vez que embarcaba en un trasatlántico.

Al llegar al camarote, nos enseñaron nuestros aposentos, todo era como una pequeña casa. Pero
cimentada no en el duro cemento si no en el ondulante baiben de un inmenso fondo marino.
Lo que más llamó mi atención fue el cuarto de baño, mi camarote tenia ventana de esas de ojo
de buey, y los azulejos tenían dibujos geomètricos, con diversas tonalidades de diferente color azul.

Cuando fuimos al comedor en cada mesa ponían un hermoso ramo de rosas.
Todo era precioso el barco estaba muy bien decorado, y daba gusto pasear por la cubierta.

 Era muy placentero pasear al atardecer, y recibir, la brisa del mar, y ese olor a mar salada. 
 Me gustaba levantarme  temprano y dar paseos, ver el mar apoyada en la barandilla, de la
cubierta y contemplar ese mar tan inmenso
  
Por la mañana apenas se veía a los pasajeros.
Solo a la gente que trabajaba en el barco, mientras tomaba mi café matutino.
Pude observar como discutían dos camareros, uno de ellos  zarandeaba al otro.

Pasó por allí algún superior porque acto seguido dejaron de  discutir, y actuaban como
si nada hubiera pasado, y luego pasado éste volvieron a discutir.
Al día siguiente el servicio que limpiaba el camarote, se pasó a cambiar las sábanas.
Y entonces me fijé el el chico que cogía las toallas, era al que vi discutiendo con el otro.
Reparé en él por el atercado del día anterior, y me fije en él porque sólo cogió una
de las toallas, y se la guardó, el resto la metió con el resto de la ropa.

Cuando llegamos al final del viaje y  nos disponíamos a desembarcar un enorme ruido
de ambulancias y de sirenas, se oían,  esperando que atracara el barco.
Y allí vi otra vez a aquel camarero, lo llevaban esposado, y lo conducían hacia
el coche patrulla, por otro lado y bajando la pasarela bajaba un cuerpo tapado
en una camilla de enfermería, mi esposo poco dado a curiosear se vio obligado
por mi insistencia a preguntar que ocurría,. El capitán del barco intimo amigo
de mi esposo, le relató lo ocurrido, encontraron el cuerpo de un camarero,
ensangrentado, y con el cuello roto, y pudieron dar con el asesino, porque
una de las toallas con la que fue estrangulado, y después apuñalado, pertenecía
a una sección del barco rotulada con un número.
Esa fue la principal pista para llegar al personal que estuvo ese día cambiando
la lencería, y no hizo falta ni siquiera interrogar, a parte de los moratones de
la lucha, al verse descubierto, salió corriendo, y aunque costó reducirle al
final fue capturado. En el interrogatorio el asesino lo confeso todo y dijo verse
obligado ajusticiar a aquel individuo por unas deudas de juego.

De vuelta a casa y a la normalidad, las amigas, querían que les contase
como fue el viaje,  y  aproveche, todo lo sucedido, para hacer mas
interesante aquella charla entre amigas.Donde mezcle, suspense viaje 
de lujo, y aquel horrible asesinato.






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